El ermitaño, el dos de oros, la rueda de la fortuna
La búsqueda de una excusa es el intento frustrado de liberarse.
Mirar hacia otro lado no evita el tirón que uno siente al moverse cuando las cadenas de los vínculos se tensan.
Si queremos dejar de sentir esa tensión, hay que escoger entre quedarse inmóvil y atado, o atender aquello a lo que le damos la espalda, procrastinamos y obviamos.
Para cerrar una puerta hay que asegurarse que no queda nada de valor al otro lado, no hay deudas que zanjar, no debemos ni nos deben nada.
El olvido requiere atención.