Constelaciones familiares sistémicas
Las constelaciones son un técnica para explorar los vínculos de un sistema y sus dinámicas o movimientos. Decimos “constelaciones” porque miramos un mapa relacional, decimos ”familiares" porque el mapa relacional más fuerte que nos suele vincular es la familia (aunque a veces no lo sintamos así), decimos “sistémicas” porque somos parte de diferentes sistemas: la familia de origen, un grupo de amigos, el trabajo, el pueblo o barrio en el que vivimos, etc. Miramos un mapa que nos situa y como nos situamos en relación a lo demás y, desde allí, buscamos el orden y reorganización que más nos favorece a nosotros y al conjunto.
En general, con las relaciones tenemos la capacidad de elegir . El vínculo, en cambio, va más allá de nuestro deseo.
Es un método fenomenológico, es decir: observa aquello que ocurre y se muestra, dejando las hipótesis e interpretaciones a un lado para que sirvan de apoyo y no de guía. Para mi, es más que una técnica, pues su visión y filosofia trasciende las narrativas de “buenos” y “malos” para ver lo que subyace en la relación, donde se encuentra el anhelo, el miedo, el amor y la herida que a veces domina nuestro hacer.
En otras palabras, todo situación existe y tiene sentido por un contexto determinado. Hay veces en las que el contexto se nos presenta extraño, confuso o imposible de entender y, en estos casos es difícil generar un cambio si no entendemos el contexto. Las constelaciones familiares pueden aportar algo de luz en las dinámicas en las que estamos implicados, ampliando la visión del contexto que sujeta la situación que vivimos.
“En toda relación no existen buenos ni malos, sino buenas o malas relaciones y sus danzas.” -Joan Garriga-